BENEFICIOS DE IMMUNOCAL

martes, 24 de febrero de 2009

DIETA Y NUTRICIÓN

La comida y la bebida son necesarias para nutrir la vida. Pero si se ignora que las naturalezas de las diversas sustancias pueden ser opuestas entre sí, y se las consume juntas indiscriminadamente, los órganos vitales pierden su armonía y no tardan en presentarse desastrosas consecuencias. Por consiguiente, quienes deseen nutrir sus vidas deben evitar cuidadosamente infligirse este perjuicio.
[Chia Ming, El conocimiento esencial para comer y beber, 1368]
Una de las grandes ventajas de aprender el Tao consiste en que sus principios básicos son aplicables a todo, desde lo macrocósmico hasta lo microscópico. En el caso de la nutrición, el principio fundamental taoísta de mantener el equilibrio entre el Yin y el Yang se aplica armonizando las Cuatro Energías y los Cinco Sabores de los alimentos.
Las Cuatro Energías de los alimentos son calor, tibieza, frescor y frío. Estas categorías definen la naturaleza y la intensidad de la energía que se libera en el organismo humano al ser digerida la comida.
Los alimentos calientes y tibios corresponden a Yang; los frescos y los fríos corresponden a Yin. Los primeros son estimulantes y generan calor, mientras que los segundos son calmantes y refrescan los órganos.
Los Cinco Sabores constituyen una distinción más sutil, basada en las Cinco Actividades Elementales:
Dulce (tierra), amargo (fuego), agrio (madera), picante (metal) y salado (agua). Cada uno de los Cinco Sabores posee una «afinidad natural» (gui jing) por uno de los cinco órganos «sólidos» Yin y su correspondiente órgano Yang: el sabor dulce influye en páncreas/estómago; el amargo se mueve hacia el corazón/intestino delgado; el agrio tiene afinidad con hígado/vesícula biliar; el picante afecta a pulmones/intestino grueso, y el salado se asocia con riñones/ vejiga.

Los efectos terapéuticos de las Cuatro Energías y los Cinco Sabores son los siguientes:
• Los alimentos Yin frescos y fríos calman los órganos vitales y están recomendados para los menús estivales, así como para combatir las enfermedades Yang «calientes» tales como la fiebre y la hipertensión. Entre los alimentos Yin figuran la soja, los brotes de bambú, la sandía, los nabos, la col, las peras, la cidra y los limones.
• Los alimentos Yang tibios y calientes estimulan los órganos vitales, generan calor corporal y están recomendados para consumo invernal así como para mitigar las enfermedades Yin «frías» como la anemia, los escalofríos y la fatiga. Entre los alimentos Yang se cuentan el buey, el cordero, el pollo, el alcohol, los mangos y los chiles.
• Los alimentos «tierra» de sabor dulce dispersan la energía estancada, favorecen la circulación, alimentan la energía vital y armonizan el estómago. El maíz, los guisantes, los dátiles, el ginseng y la regaliz son ejemplos de esta clase de alimentos.
• Los alimentos «fuego» de sabor amargo, como el ruibarbo y el limón amargo, tienden a secar el organismo, contrarrestan el exceso de humedad y depuran los intestinos.
• Los alimentos «madera» de sabor agrio, como las aceitunas y las granadas, son astringentes, tienden a solidificar el contenido del canal digestivo, combaten la diarrea y constituyen un buen remedio para el prolapso de colon.
• Los alimentos «agua» de sabor salado, como las algas, ablandan y humedecen los tejidos y facilitan los movimientos intestinales.
• Los alimentos «metal» de sabor picante, como el jengibre, el ajo y los chiles, neutralizan y dispersan las toxinas acumuladas en el cuerpo.

Los taoístas equilibran sus dietas buscando combinaciones de energías y sabores que resulten favorables y evitando escrupulosamente las combinaciones inarmónicas. Además, también evitan el consumo excesivo de cualquier tipo de energía alimenticia con exclusión de las demás. Por ejemplo, el consumo frecuente y excesivo de comidas Yang grasas y «calientes» puede dar lugar a fiebre, ardores, congestión, opresión en el pecho y otros desagradables efectos del «exceso de energía calurosa». Y, como este exceso de «calor maligno» trata de escapar del cuerpo, pueden aparecer también forúnculos y abscesos. Demasiada comida picante puede provocar perturbaciones gastrointestinales, perjudicar el estómago y producir hemorroides.
Aun los alimentos más frescos y puros pueden resultar inútiles desde el punto de vista de la nutrición cuando se consumen en combinaciones que perjudican la digestión, causan putrefacción y fermentación, dificultan la asimilación y provocan conflictos en la energía interna.

Recuerden:“La primera riqueza es la salud”. (Ralph Waldo Emerson)
“La mejor medicina es un ánimo gozoso”. (Salomón)
“Que tu alimento sea tu única medicina”. (Hipócrates)
“Lo más importante de la curación consiste en querer ser curado”. (Séneca)“La libertad y la salud se asemejan: su verdadero valor se conoce cuando nos faltan”. (Henri Becque)

El Tao de la Salud, el Sexo y la Larga Vida
Reid, Daniel
exisalud@gmail.com

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